"Casatuya", un plan viviendas y contención para que personas con discapacidad puedan independizarse de sus familias.
Todos conocen a Virginia Elizalde como una amante de la naturaleza y la dueña de una gran elegancia que desplegó por pasarelas de todo el mundo. Aunque pocos lo sepan, ella no siempre tuvo alma de deportista.
Sin embargo, su pasión por escalar montañas, surcar los cielos y navegar océanos despertó en ella una nueva manera de vivir. Hizo rafting, escalada en hielo, parapente, buceo, bungee jumping.
Siempre está apostando a más. En el camino solidario se convirtió en madrina de un proyecto que no para de crecer. Junto a la gente de la Asociación Civil Puentes de Luz y a la comunidad de San Martín de los Andes hizo realidad el sueño de poner en funcionamiento un centro de día que brinde atención a personas con discapacidad.
Como todos creyeron que con eso no bastaba pensaron además en una casa para que esas personas puedan vivir de manera autónoma una vez que ya no contaran con sus padres. El proyecto se denomina Casatuya.
Generalmente los progenitores de personas con discapacidad suelen preguntarse qué será de la vida de sus hijos cuando ellos ya no estén.
La experiencia de las últimas cinco décadas demuestra que las personas con discapacidad viven más años merced a los avances de las ciencias de la salud y a la estimulación y educación que éstas han recibido. En condiciones normales, los hijos sobreviven a los padres y esto puede convertirse en un problema.
Esta circunstancia volvió imprescindible la idea de pensar en un servicio de contención que brinde un especial cuidado a este colectivo en sus años de adultez y tercera edad.
"Que estas personas se quedaran solas se hizo cada vez más frecuente y más problemático. Por eso decidimos crear el proyecto Casatuya que es una casa en la que pueden convivir cuatro o cinco personas con discapacidad con una persona que los atienda", explica Elizalde.
Puentes de Luz se propuso llevar adelante un proyecto ambicioso que apunta a la construcción de viviendas para personas con discapacidad, que sirvan para contener a aquellos que se quieran independizar de su familia en total capacidad del ejercicio de su propia autonomía o para cuando sus padres les falten. Así se aspira a promover una solución a futuro y bienestar de estas personas.
Para tal fin lanzaron una campaña de recaudación en diferentes desafíos deportivos en los que sus protagonistas son distintos referentes en la temática de la discapacidad.
El objetivo de esa acción es generar los recursos necesarios para lograr la primera casa autónoma y asistida que va a permitir monitorear las necesidades y adaptarla con el fin de promover otras viviendas de esta característica.
Todo un desafío y una muestra de que cuando personas conocidas y exitosas como Virginia Elizalde se proponen ayudar, los frutos no tardan en llegar.
Miguel Manríquez, atleta ciego de San Martín de los Andes, junto a su guía Cristian Barreiro, cumplieron su sueño de alcanzar la cima del Lanín, en un día. Y lo hicieron a beneficio de Puentes de Luz, en el evento de recaudación “Un volcán de Superación”.
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